Hace años vi este árbol de madera para decorar la pared y me enamoré de él. Dediqué muchísimo tiempo a buscar la tienda donde podría adquirirlo y después de una larguísima búsqueda conseguí dar con ella. Para mi pesar, la tienda ya no vendía el árbol. Se había quedado sin stock hacía ya más de un año.
El hecho de que ya no hubiera más unidades de este árbol no me sorprendió. Su existencia había sido publicada en varias revistas de decoración pero además, a nadie se le escapaba que es una idea decorativa con muchísimas posibilidades. La obvia sería convertirlo en un árbol de Navidad, pero pasadas estas fechas también podría adornarse en celebraciones y eventos familiares o convertirlo en un marco de fotos gigante.
No quise desistir en conseguir mi propio árbol así que no tardé mucho en decidir hacerme uno yo misma. No fue difícil. Unos pocos listones de madera de distintos anchos, algunos clavos, cola de carpintero, pequeños ganchitos, barniz incoloro y... ¡listo! Una vez terminado fue directo a la pared.
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Mi árbol en proceso |
Al principio lo utilicé para poner fotos y por supuesto no pasaba desapercibido, especialmente cuando llegó la Navidad y lo decoré así:
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Mi árbol decorado con motivos navideños |
Tiempo después me mudé de casa y en el cambio el árbol perdió unas ramas. Recientemente lo he restaurado y le he dado un nuevo uso. Ahora voy a ir colgando en él tarjetas de viajes, con imágenes o mensajes que me gusten. Probablemente también contendrá fotos de mis seres más queridos. En definitiva, pronto volverá a tener una nueva vida.
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Mi árbol recuperado después de un tiempo abandonado |
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Mi árbol actualmente con nueva vida |
Me encanta la idea! Es como tener un árbol lleno de vida en tu pared :) que puede ir cambiando adaptándose al momento del año o aceptando o cambiando decoración según viajas o actualizar tus fotos favoritas 😊
ResponderEliminarThank you so much for the detailed article
ResponderEliminarMe encanta! No soy muy manitas. Pero lo voy a probar!
ResponderEliminarBesitos,
Anne.